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Assunto principal
Intervalo de ano de publicação
1.
Rev. mex. trastor. aliment ; 9(1): 11-23, ene.-jun. 2018. tab, graf
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-961339

RESUMO

Resumen En Zapotlán el Grande (ZEG) la producción de berries ha aumentado drásticamente, mientras que la de cultivos tradicionales ha disminuido. La disponibilidad de estos nuevos alimentos puede generar cambios en los hábitos alimentarios (HA) de la población. El objetivo del presente estudio fue evaluar la frecuencia y la cantidad de consumo de berries en población adulta de Ciudad Guzmán (ZEG, Jalisco, México), e identificar si estos han pasado a formar parte de sus HA. Participaron 384 adultos, de 18 a 65 años, residentes de Ciudad Guzmán, quienes fueron encuestados por medio de una versión adaptada de un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos. El 34% de los participantes refirió nunca consumir arándanos, frambuesas o zarzamoras, mientras que 39% los ingería ocasionalmente. En promedio, ninguno de los berries fue consumido en la ración propuesta en el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes (SMAE), y solo representó 18% de la ración sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se concluye que aunque en cantidad inferior a la recomendada por la OMS o el SMAE, una cuarta parte de la población evaluada ha incorporado los berries a su dieta habitual, lo que demuestra que su disponibilidad está generando una modificación en los HA de la población.


Abstract In Zapotlán el Grande (ZEG) the production of berries has increased drastically, while traditional crops has decreased. The availability of these new foods may change eating habits (EH) of the population. The objective of this study was to assess the frequency and amount of berry consumption in the adult population of Ciudad Guzmán (ZEG, Jalisco, Mexico), and to identify if these have become part of their EH. A total of 384 adults, from 18 to 65 years old, residents of Ciudad Guzmán, were surveyed with an adapted version of a food consumption frequency questionnaire. The 34% of participants reported never consuming blueberries, raspberries or blackberries, while 39% eat them occasionally. On average, none of the berries was consumed in the amount proposed by the Mexican System of Equivalent Foods (SMAE), and only accounted 18% of the ration suggested by the World Health Organization (WHO). It is concluded that although the amount of berries consumed is less than the recommended by the WHO or SMAE, a quarter of the population assessed has incorporated berries into their usual diet, which shows that their availability is generating a change in the EH of the population.

2.
Actual. nutr ; 17(3): 87-93, sep 2016.
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-967733

RESUMO

En este trabajo presentamos una revisión reflexiva de las diferentes aproximaciones del estudio de la Antropología Nutricional, enfocando nuestro análisis en el modelo ecológico de la alimentación y nutrición. Analizamos el modo en que ha sido abordado el estudio de la dieta por distintos académicos, especialmente quienes se basaron en dicho modelo para dar una explicación a sus resultados. En este contexto, observamos que los cambios dietéticos pasan por una transición nutricional, donde cada población responde de manera particular a los efectos que tienen los procesos de globalización y las políticas neoliberales en su entorno cultural y social. Por lo tanto, el modelo puede medir el cambio de dieta en contextos muy particulares, sin embargo, no de manera generalizada, dado que existen múltiples factores, unos más fuertes que otros, que dependen del contexto sociocultural de cada población


Assuntos
Humanos , Dieta
3.
Rev. mex. trastor. aliment ; 7(1): 46-55, ene.-jun. 2016. tab
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: biblio-830593

RESUMO

Resumen: El papel de la conducta sedentaria sobre el deterioro del estado de salud ha sido ampliamente documentado como factor promotor de patologías. La evidencia científica demuestra que el porcentaje de personas que mantienen una actividad sedentaria aumenta en las grandes ciudades, y con ello el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, etc. Recientemente se ha evaluado el efecto de interrumpir los periodos de conducta sedentaria con actividad física, demostrando que con ello se aumenta el gasto energético. El objetivo del presente experimento fue comparar el efecto de 2 programas de interrupción del patrón de conducta sedentaria sobre el gasto calórico. Ocho alumnos universitarios se expusieron a 2 programas de interrupción de la conducta sedentaria. Para obtener el gasto energético se utilizaron monitores cardiacos de la marca Beurer modelo pm18. El primer programa consistió en periodos de 15 min de conducta sedentaria seguidos de una interrupción de 2.5 min de caminata como actividad física. El segundo presentó periodos de 30 min de conducta sedentaria seguidos de una interrupción de 5 min de actividad física. El análisis utilizando t de Student para muestras pareadas mostró que existe una diferencia significativa en el gasto calórico durante la conducta sedentaria entre el programa 1 y el 2. Se concluye que aumentar el número de interrupciones en los periodos de conducta sedentaria tiene un efecto directo sobre el gasto calórico.


Abstract: Sedentary behavior's role on health damage has been documented as a promoting factor of pathologies. Scientific evidence shows an increasing percentage of people with sedentary activity especially in large cities causing overweight, obesity, diabetes, hypertension etc. Effects of interrupting sedentary behavior periods with physical activity have been recently evaluated, demonstrating increases on energy expenditure. The objective of this experiment was to compare the effect of two interruption programs of sedentary behavior pattern on caloric expenditure. Participants were exposed to two interruption programs of sedentary behavior. For energy expenditure, heart monitors brand Beurer PM18 model used. First program consisted on 15-minutes periods of sedentary behavior followed by a 2.5 minutes walking break as physical activity. Second program consisted on periods of 30 minutes of sedentary behavior followed by a 5 minutes break of physical activity. Analysis used Student t test for paired samples showed a significant difference in caloric expenditure during sedentary behavior between program 1 and 2. Concluding that increasing the number of interruptions of periods of sedentary behavior has a direct effect on caloric expenditure.

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